Mejorar las habilidades de los colaboradores puede ser algo complejo si no se tiene a disposición una plataforma de LMS, e incluso teniéndola también podría complicarse en caso de no saber cómo optimizar su rendimiento. Dichos programas fueron creados para automatizar las tareas más repetitivas de algunos trabajadores, aminorando la carga del área de Recursos Humanos al permitir que todo se haga más eficientemente.
Para conocer los puntos más importantes del mejor LMS, a continuación te explicaremos qué es, qué funciones trae, quiénes aman usarlo, y cómo optimizarlo para que el rendimiento sea ideal.
¿Qué es?
LMS es la sigla de Learning Management System, que en español significa “sistema de gestión de aprendizaje”. Al comprender eso, ya podemos ver que hablamos de un software perfecto para gestionar, organizar, crear y entregar material de capacitación virtual a los empleados. Sus 3 letras significan:
- Aprendizaje: Su propósito es el de proporcionar y simplificar el conocimiento. De esta manera, con uno de estos programas los empleados se informarán a una velocidad muy alta.
- Gestión: La gestión hace referencia a la característica organizativa que trae consigo, manejando la cantidad de participantes y el contenido que reciban. Es posible analizar la efectividad de las capacitaciones.
- Sistema: Esta es la letra más obvia, y es que hablamos de un sistema hecho para mejorar la forma en la cual las formaciones son proporcionadas.
Un LMS consiste en dos partes:
- Interfaz administrativa: En este sector es donde los gerentes y directivos pueden modificar, agregar, quitar o crear los materiales que luego los usuarios disfrutan. Sumado a eso, también da la opción de obtener informes detallados tanto grupales como individuales del rendimiento. Trae varias configuraciones y funciones que hacen al software personalizable.
- Interfaz del usuario: Esta es la otra cara de la moneda, pues los participantes ven y experimentan lo que fue creado en el área administrativa. Tan solo con conectividad a internet es posible adquirir el conocimiento.
¿De qué manera se puede optimizar el rendimiento?
Hay bastantes formas de mejorar la manera en la cual se desempeña el programa de aprendizaje. Por eso, sugerimos que:
- Procura tener bastante capacidad de almacenamiento en el servidor y ancho de banda, porque de otra manera será muy difícil que la cantidad de datos circule correctamente. Si el tráfico es más alto del esperado, el programa podría quedar inútil hasta que baje.
- Adquiere un servidor de calidad y un proveedor de alojamiento que tenga prestigio para que no surjan retrasos ni tiempos de inactividad.
- Mejora el código del LMS para que las páginas no tarden tanto en cargar. Si no sabes cómo hacerlo, consulta con los responsables del software.
- Comprime los archivos cargados y almacena datos en caché para minimizar tiempos de carga.
- Usa buenas herramientas para monitorear, identificar y solucionar todos los problemas de rendimiento que vayan surgiendo.
- Actualiza el software de manera regular.
- No abuses con la cantidad de complementos adicionales agregados en el LMS porque eso empeorará el rendimiento.
¿Qué se puede hacer con un sistema de gestión del aprendizaje?
Los LMS son de los programas más útiles para que se beneficien colaboradores y gerentes. A partir de ellos, se pueden crear cursos, exámenes y evaluaciones basadas en otras o directamente desde 0, dando un abanico de posibilidades enorme. También almacenará todos y cada uno de los archivos de forma online, guardándose en la nube sin necesidad de contar con una computadora que lo guarde todo. Las actualizaciones se realizarán automáticamente con un par de clicks.
El contenido cargado será asignado a la cantidad de participantes que desees, pudiendo sumarse mediante un link de invitación u otras formas. Los responsables de las capacitaciones tendrán a disposición registros del progreso de la audiencia e información detallada sobre el rendimiento.
Como te habrás dado cuenta, son programas inútiles para personas comunes porque no se les podría sacar el máximo provecho. Por el contrario, quienes sí pueden (y lo hacen) son:
Empresas grandes
Las grandes empresas continuamente precisan formar a miles de trabajadores de distintas partes del mundo, por lo cual recurrir a software LMS hace que todos se formen en simultáneo y luego analizan los resultados.
Pequeñas y Medianas Empresas (PYME)
Si crees que las plataformas de aprendizaje están disponibles únicamente para compañías grandes, estás equivocado. Por el contrario, pequeños emprendimientos pueden lanzar programas de e-learning para que cada uno de los trabajadores desarrolle sus habilidades sin gastar demasiado.
Al brindarles ventajas tecnológicas, el negocio crece con velocidad y no quedan desactualizados con respecto a nuevos descubrimientos.
Funciones típicas de un sistema de gestión del aprendizaje
Aunque es cierto que casi todos los LMS difieren en las características ofrecidas, los más completos ofrecen:
- Editor: El editor es la herramienta con la cual se crean los cursos y exámenes con texto, imagen e incluso audio. Como si eso fuera poco, también es posible adjuntar presentaciones en diversos formatos.
- Registro del progreso: Cuando quieras saber qué pregunta costó más o cuántos de ellos pudieron completarlo de manera exitosa, el registro servirá para evaluar su desempeño. Tan solo con un vistazo habrás comprobado los resultados generales e individuales.
- Integraciones: Mediante una API, y el conocimiento necesario, podrás conectar software variado automatizando parte del trabajo sin dejar de sincronizar la información.
- Certificación: Ciertos softwares dan la opción de darles un certificado a todos aquellos que completen satisfactoriamente un curso/examen. Aunque quizá no tengan demasiado valor fuera de la empresa, sí lo tienen dentro de ella.
Diferencias entre LMS y LXP
Por el lado de un LXP, estos programas están centrados en fomentar las relaciones comunicacionales entre empleados. Cada uno de ellos tiene la posibilidad de aportar y difundir el contenido existente, hablando o no entre ellos y creando cursos especiales para sus compañeros.
Los LMS son más clásicos, puesto que al material lo organiza un creador/modificador de cursos que envía el mismo contenido a los colaboradores que crea convenientes. Ambas alternativas son muy buenas para todo tipo de empresas.